En el medio de la reunión alguien se para, observa a los individuos que lo rodean y declara: la mortadela tiene que ser Paladíni hermano, y el mejor programa que vi en mi vida fue Superhijitus. Los mediodías en la casa de la abuela Friyi, la sandía en el patio, el vino a la siesta. Cada vez tenés más trastornados los pensamientos, le prendiste fuego el perro a la tía Porota
y la luz envolvía a tía Porota…
En una noche de Abril la reunión se detuvo, y todos miraron al desconocido tan familiar, que a todos deslumbró, pero alguien contesta: la maldición es tuya mamá, yo ni siquiera soy de racing. Te mando saludos del infierno. Acá jugamos al truco día y noche. Seguí las sombras. “¡Seguí las sombras, pibe!”, le decía su cabeza. ¿Y cómo no seguirlas?¿porqué hacer siempre las cosas “fáciles”? Ir sin rumbo.
Como cuando la luz, sin apagarse, no ilumina. Sigo atravesando todo esto, pensando, observando, decidiendo y continuando. Como todas las cosas continúan, cíclicas, eternas. ¡Ay, Norma! si te contara, aparte mi nene anda con eso de las drogas; se hace el flashero con un grupo de arte pero pa mi se juntan a fumar y así poder volar hasta el cielo para besar los ángeles que allí se juntan para entonar los himnos más bellos dedicado al padre. Escuché que pusieron una bomba en un cementerio y los muertos surgieron vivos de entre los escombros, en USA pasó, como lo del pibito con la metralleta que es atravesado por mil esquirlas multicolores de luz, ahí todo está en perfecto orden, o no. Eso depende de tantas cosas que da calambres.
Habría que ver si da, porque sino todo el plan queda comprometido y no hay tiempo ni recursos para crear uno nuevo. Más adelante vendrán otras historias, ahora Fito se tiene que ir a bailar malambo o algo así. Nosotros nos pegaremos un viaje de ayahuasca.
y la luz envolvía a tía Porota…
En una noche de Abril la reunión se detuvo, y todos miraron al desconocido tan familiar, que a todos deslumbró, pero alguien contesta: la maldición es tuya mamá, yo ni siquiera soy de racing. Te mando saludos del infierno. Acá jugamos al truco día y noche. Seguí las sombras. “¡Seguí las sombras, pibe!”, le decía su cabeza. ¿Y cómo no seguirlas?¿porqué hacer siempre las cosas “fáciles”? Ir sin rumbo.
Como cuando la luz, sin apagarse, no ilumina. Sigo atravesando todo esto, pensando, observando, decidiendo y continuando. Como todas las cosas continúan, cíclicas, eternas. ¡Ay, Norma! si te contara, aparte mi nene anda con eso de las drogas; se hace el flashero con un grupo de arte pero pa mi se juntan a fumar y así poder volar hasta el cielo para besar los ángeles que allí se juntan para entonar los himnos más bellos dedicado al padre. Escuché que pusieron una bomba en un cementerio y los muertos surgieron vivos de entre los escombros, en USA pasó, como lo del pibito con la metralleta que es atravesado por mil esquirlas multicolores de luz, ahí todo está en perfecto orden, o no. Eso depende de tantas cosas que da calambres.
Habría que ver si da, porque sino todo el plan queda comprometido y no hay tiempo ni recursos para crear uno nuevo. Más adelante vendrán otras historias, ahora Fito se tiene que ir a bailar malambo o algo así. Nosotros nos pegaremos un viaje de ayahuasca.
3 Pensamientos:
huuuuu que delirio dijo adrian sin querer al terminar la lectura. una coherencia impecable,un sabor blanco y eléctrico. delicioso.
Uh! cuantas tardes en lo de la abuela Friyi...leyendo superhijitus...y aura andan preocupaus por esto de volar sin aviones...la ayahuasca por estos lares sera pa otra oportunidá....pero, todo lo que tenga q ser, será...
Qué muertito más sabroso.
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